24 de julio de 2011

Belleza exterior e interior.

La belleza no ha de ser sólo exterior, también ha de ser interior. Hemos de cultivar nuestro interior día a día. Por eso, quiero compartir la siguiente historia:



"- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?


- Cuanto lo siento, muchacho. No puedo ayudarte, ya que debo resolver primero mi propio problema. Quizá después... - Y, haciendo una pausa, agregó- Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.


- E... encantado, maestro- titubeó el joven, sintiendo que de nuevo era desvalorizado y sus necesidades postergadas.


- Bien- continuó el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y, dándoselo al muchacho, añadió- Toma el caballo que está ahí fuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, y no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.


El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes, que lo miraban con algo de interés hasta que el joven decía lo que pedía por él.


Cuando el muchacho mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le giraban la cara y tan sólo un anciano fue lo bastante amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa para entregarla a cambio de un anillo. Con afán de ayudar, alguien ofreció una moneda de plata y un recipiente de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.


Después de ofrecer la joya a todas las personas que se cruzaron con él en el mercado, que fueron más de cien, y abatido por su fracaso, montó en su caballo y regresó.


Cuánto hubiera deseado el joven tener una moneda de oro para entregársela al maestro y liberarlo de su preocupación, para poder recibir al fin su consejo y ayuda.


Entró en la habitación.


- Maestro- dijo-, lo siento. No es posible conseguir lo que me pides. Quizás hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.


- Eso que has dicho es muy importante, joven amigo- contestó sonriente el maestro-. Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar tu caballo y ve a ver al joyero. ¿Quién mejor que él puede saberlo? Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.


El joven volvió a cabalgar.


El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo al chico:


- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo darle más de cincuenta y ocho monedas de oro por su anillo.


- ¿Cincuenta y ocho monedas?- exclamó el joven.


- Sí- replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de setenta monedas, pero si la venta es urgente...


El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.


- Siéntate- dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?


Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda.


(Déjame que te cuente... de Jorge Bucay)"


18 de julio de 2011

El arte de perfumarse.

El perfumar es algo completamente personal. Algunas mujeres encuentran el perfume que las identifica y lo llevan toda la vida, forma parte de su estilo. Otras lo cambian con frecuencia, están atentas a las novedades del mercado o les gusta variar de las fragancias según su estado de ánimo, el momento del día o la ocasión. El perfume también forma parte del estilo.


Hay que perfumarse sobre la piel, lo suyo es sobre los puntos húmedos y cálidos del cuerpo, como el cuello, la nuca, el escote, detrás del lóbulo de la oreja y en la parte interior de la muñeca. Algunas personas utilizan el perfume sobre la ropa pero no es recomendable por que se pueden mezclar distintas fragancias (detergente, suavizante,...) y éstas no deben competir.


Lo mejor es vaporizar el perfume delante de nosotras y sumergirnos en esa nube, que impregnará nuestro cuerpo y de este a nuestra ropa.


Siempre hay que conservar la fragancia que estamos usando en un lugar fresco por que con el tiempo los perfumes se oxidan. En ese momento es cuando cambian de olor y color. La luz de una lámpara dicroica (halógena) también lo daña.


Un truco: un perfume cerrado es conveniente guardarlo en la nevera a una temperatura aproximada de cinco grados. Eso ayudará a que se conserve mejor.


Para el verano son ideales los perfumes más frescos y frutales. En invierno, en cambio, se recomiendan los más cálidos y duraderos.



Como he dicho al principio, el perfume también forma parte del estilo y eres tú quien lo creas.

10 de julio de 2011

Ropa interior.

Normalmente la ropa interior es algo a lo que le damos la importancia justa o, en ocasiones, ninguna. A veces nos ponemos lo primero que pillamos por eso, en este post, queremos dar unos consejillos.

Para el día lo ideal son los modelos de algodón o microfibra, superbásicos, en blanco, beige o natural y negro. Aunque hay muchos estampados como rayas, lunares, flores o print paint que, si te gustan se pueden incorporar perfectamente.

El modelo de braga y sujetador que elijas no sólo tiene que lograr que tu cuerpo se vea bien sino que tiene que combinar con el tipo de ropa que va con tu personalidad. Si en tu armario se imponen los colores claros, has de buscar lencería nude (color piel). Las deportistas deberían elegir modelos que les permitan moverse cómodas sin perder elegancia.

Para la noche, se deben elegir modelos más sexys, con encaje, gasas, puntillas, bordados o tul. Lo más nuevo son las incrustaciones de cristales, piedras y strass, detalles como volantes, colores contrastados o mezcla de texturas. Se pueden usar sujetadores y bragas, tops y culottes o los tradicionales picardías (baby dolls) que han vuelto al ruedo.

Si hay que disimular algún michelín, se puede acudir a los bodys, que ajustan todo el cuerpo. El negro y el rojo siguen siendo los colores preferidos a esta hora, aunque no se descartan los más chillones como el fucsia o el turquesa, ni los estampados floreados, búlgaros o animal print.

Como en la moda exterior, en la interior cada cual elige según su personalidad, tipo y edad. Elijas lo que elijas, un truco ineludible: la ropa interior no tiene que marcarse. Por eso es importante no fallar en la elección del talle, tanto del sujetador como de la braga.

Cuando se usan vestidos se puede usar un tanga de "hilo dental" que tiene las tiras laterales de silicona por lo que hace que nos marque menos, además, son las que se usan en los desfiles para evitar que marque nada.

Recuerda: tanto con la ropa exterior como con la interior tienes que sentirte como eres, preciosa.

3 de julio de 2011

Los "SÍ" para tener estilo.

Sí a respetar nuestra personalidad.
Sí a aceptar nuestro tipo y nuestra edad.
Sí a comprar ropa que combine con la que ya tenemos.
Sí a los colores neutros que van con todo.
Sí a un vestido negro que nos quede bien y podamos llevar de la mañana a la noche y durante muchos años.
Sí a los accesorios que te ayudan a renovar cualquier conjunto.
Sí a comprar con cabeza en época de rebajas.
Sí a invertir en ropa o accesorios de calidad, el gasto lo amortizarás con el tiempo.
Sí a un calzado cómodo y de calidad: el humor de tus pies se nota en la cara.
Sí a los maxibolsos para el día y a los bolsos tipo sobre y minicarteras para la noche.
Sí a los sombreros para la playa.
Sí a protegerse la piel del sol.
Sí a tener el pelo y la piel impecables.
Sí a ponernos un maquillaje que acompañe la ropa que llevamos y esté de acorde con el momento del día.
¡¡¡SÍ A DISFRUTAR DE LA MODA Y DE NOSOTRAS MISMAS!!!